Cruces y altares paganos a la vera de las rutas
Por Carlos Espinosa
Difunta Correa y Gauchito Gil, devociones extendidas
Recuerdo, rogativa y homenaje se mezclan en las banquinas de las rutas patagónicas, como fragmentos de un relato por episodios. En el viaje desfilan por las ventanillas modestas cruces de hierro y madera y altares paganos confeccionados con material reciclado. Nos llaman la atención durante unos pocos segundos y se hunden en los espejos retrovisores, en el olvido de los caminos. Pero unos cuantos kilómetros después y más adelante las siluetas en cruz y las rústicas ermitas se repiten, porque son otras y son las mismas. Ya se sabe que hay historias que vuelven, como los fantasmas de la fiebre vuelven siempre. Quizás porque el viajero que desafía las inquietantes distancias de la Patagonia se deja envolver por una fiebre de destinos, de partidas, detenciones y arribos, en una endiablada sucesión de horarios y paisajes.